Saludos, caminantes.
Tenía ganas de compartir con aquellos interesados en el Disfrute Y Buen Aprovechamiento De Nuestra Vida Actual la filosofía cuyo autor siempre será uno de los grandes a seguir: Don César de Echagüe.
Don César es un personaje creado por José Mallorquí, y muestra una imagen de cínico, escéptico, vividor y ágil conversador hacendado californiano, hacia la época del Lejano Oeste (con Samuel Colt trabajando duro) de mediados del siglo XIX. Cómodo y enemigo de cualquier tipo de problema, situación peligrosa y más aún de cualquier tipo de violencia física (dado que los enfrentamientos verbales se le dan bastante bien), con su actitud receptiva hacia los norteamericanos, el invasor propenso a cometer abusos con los nobles hidalgos californianos, y su falta de temple y nervio, se ha creado una fama de cobarde muy significativa, sobre todo si se tiene en cuenta cómo se ensalzan los valores de Honor y Honra en esta época.
Lo que el resto de gente no sabe (salvo unos pocos afortunados, y alguno más por desafortunado aunque casi inofensivo accidente), es que la actitud de don César es pura fachada, ya que tiene un álter-ego: el Coyote, el enmascarado justiciero que vela por la seguridad y la vida de aquellos que necesitan de un defensor, porque sean más débiles, porque estén en minoría discriminada, porque se haya cometido una injusticia...
Con su traje de charro mejicano, sus dos pistolas y su antifaz, el Coyote es una sombra que se ampara en la noche, y en las casa de aquellos que le veneran por su dedicación a la Dama Justicia.
Es la pura antítesis de Don César, y se presentan situaciones bastante cómicas en los relatos protagonizados por ambos.
Pero vayamos a lo que nos ocupaba hoy: lo primero que haré tras inaugurar este lugar de descanso será crear una sección única: Cosas de Don César, en honor al volumen homónimo de la colección el Coyote.
Espero que disfrutéis.
¡Buena caza y muchas lunas!
Hasta la próxima.